El pasado miércoles, Amnistía Internacional (AI) difundió un reporte en el que denuncia que se “cometieron graves violaciones a los derechos humanos de forma generalizada” en la represión de las protestas. “Los mandos estratégicos de carabineros permitieron la comisión de actos de tortura y malos tratos en contra de manifestantes por considerarlo un mal necesario para lograr dispersarles a toda costa”, dijo la directora para las Américas de AI, Érika Guevara Rosas, en la presentación del informe En Ojos sobre Chile: violencia policial y responsabilidad de mando durante el estallido social.
El título del informe, hace referencia a uno de los hechos que más impactó a la opinión pública. Casi 400 personas sufrieron trauma ocular severo, debido a los disparos de balines directos en los rostros de los manifestantes.
“El número de heridos oculares es tal que a uno le hace pensar que es intencional.
Con todos los antecedentes, desde el Gobierno, el Presidente Sebastián Piñera, anunció la creación de un comité para definir una reforma profunda a la institución. Para ello, convocó a 15 expertos que conformaron un consejo transversal. Su objetivo, avanzar con máxima urgencia en la recuperación del orden público, con eficacia y legitimidad, sobre la base de un respeto absoluto por los Derechos Humanos.