Segunda vuelta electoral en Ecuador: Luisa González vs. Daniel Noboa, dos visiones para el país


 Ecuador

Ecuador volverá a las urnas el 15 de octubre. La candidata del correísmo, Luisa González (33%), y el joven empresario Daniel Noboa (24%) se aseguraron el domingo un lugar en la segunda vuelta. Una vez que finalice el escrutinio oficial, que roza el 93%, comenzará una nueva campaña electoral en la que se medirán dos modelos de país, algo parecido a lo que pasó en los últimos comicios de 2021. De un lado, el correísmo, del otro, la élite económica y empresarial.

Hace dos años la batalla la ganó el banquero Guillermo Lasso, pero tanto el país como el correísmo estaban en momentos muy diferentes. La Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa vive hoy un resurgir después de años de caída, como reflejó su victoria en las elecciones regionales y municipales de febrero, mientras el país atraviesa la mayor crisis de seguridad de su historia.

El éxito de Noboa fue la sorpresa de la noche. Ni las encuestas ni el radar electoral le habían puesto mayor atención y no le daban opciones de seguir en la carrera después del domingo. Su participación en el debate presidencial del pasado fin de semana, días después del asesinato a tiros del candidato Fernando Villavicencio, pudo catapultar su candidatura al recibir el aplauso de algunos analistas. Su tono sereno y sin enfrentamientos con el resto de candidatos fue la carta de presentación para muchos electores de este joven, de 35 años, al que apenas habían escuchado. El empresario, de 35 años, es hijo del multimillonario Álvaro Noboa, que intentó llegar a la presidencia hasta en cinco ocasiones sin éxito. Daniel intentará ahora lo que a su padre se le atravesó.

Enfrente tendrá al correísmo, obligado en las próximas semanas a ampliar su nicho de votantes y doblegar las resistencias que aún genera la figura de Correa en gran parte de la población si quiere tener opciones. Como en un capítulo que se repite una y otra vez en la historia electoral de Ecuador, las urnas volverán a medir la fuerza de los movimientos que han marcado las dos últimas décadas en el país: el correísmo y el anticorreísmo.

La campaña recién concluida, que podía funcionar como un termómetro para medir la temperatura de ambas fuerzas, saltó por los aires el 9 de agosto, cuando el candidato Fernando Villavicencio fue tiroteado a la salida de un mitin en Quito, la capital. La violencia desbocada que sufre Ecuador desde hace tres años heló ese día a todo un país que descubrió horrorizado que ya nadie está a salvo, ni siquiera un candidato a la presidencia rodeado de seguridad.

Fuente: El País

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