Senegal
Senegal está en vilo este domingo con la elección de su quinto presidente en unos comicios cuyo resultado es incierto y que representan un posible punto de inflexión después de años de agitación y crisis política. Los centros de votación abrieron temprano y los votantes acudieron en masa, lo que sugiere una alta participación.
Cerca de 7,3 millones de ciudadanos están convocados a votar en unos 16.000 centros de votación en el país y en el extranjero, con el oficialista Amadou Ba y su principal rival, el antisistema Bassirou Diomaye Faye, entre otros 16 candidatos en la contienda. Ba, de 62 años, es el actual primer ministro designado por el presidente saliente Macky Sall como su sucesor. Mientras tanto, Diomaye Faye, de 43 años, representa el "candidato del cambio de sistema" y el "panafricanismo de izquierda".
Ambos aspirantes creen en su capacidad para ganar sin necesidad de una segunda vuelta, aunque no se ha establecido una fecha para ello. El exalcalde de Dakar, Khalifa Sall, de 68 años, también se considera una figura con posibilidades. La elección, originalmente programada para el 25 de febrero, se pospuso en medio de controversias, desatando brotes de violencia que dejaron cuatro muertos, después de otros episodios de disturbios el año pasado.
"Estoy aquí para cumplir con mi deber cívico. Necesitamos un cambio en el país. Las cosas no pueden seguir como están", expresó Alioune Jupiter, de 57 años, a la agencia Efe mientras ejercía su voto en la escuela Alieu Samb, en el barrio capitalino de Ngor. "Debemos liberar a Senegal", subrayó Bintou Mbengue, de 18 años, quien votaba por primera vez.
La votación se desarrolla bajo estrecha observación, dado que Senegal es reconocido como uno de los países más estables de África Occidental, en contraste con la inestabilidad en la región marcada por golpes de Estado. Dakar mantiene relaciones sólidas con Occidente, mientras que Rusia busca fortalecer su influencia en países vecinos.
Fuente: DW