La memoria de Beethoven a 250 años


Ningún otro compositor ha llegado a personificar el arte musical como Ludwig van Beethoven, de quien se conmemoran 250 años de su natalicio (nació el 16 de diciembre de 1770 en Bonn, Alemania, y murió el 26 de marzo de 1827 en Viena, Austria).

De acuerdo con Gabriela Villa Walls, académica de la Facultad de Música de la UNAM, se puede entender el legado de Beethoven a partir de tres líneas relacionadas entre sí: el mito del artista como héroe, su influencia musical en otros compositores que le sucedieron y la apropiación política de su música a través del tiempo.

Este mito creció cuando, luego de la muerte de Beethoven, se descubrió entre sus papeles el Testamento de Heiligenstadt, una carta de tres páginas escrita en 1802 y dirigida a sus hermanos Karl y Johann, en la que el genio de Bonn expresa lo terrible que le resulta padecer una enfermedad en un sentido que, siendo compositor, debería ser más perfecto que los otros (“un sentido que antes poseía en la más alta perfección”); en la que se lamenta del aislamiento al que lo orilla precisamente su sordera; y en la que, al final, confiesa que incluso pensó en suicidarse, pero que sólo su arte lo detuvo.

Por lo que se refiere a la influencia musical que ejerció en otros compositores que le sucedieron, Beethoven, cuya obra representa la culminación del estilo clásico vienés, pero también el inicio de una nueva era, sembró la semilla de mucho de lo que se crearía durante el resto del siglo XIX y en el siglo XX.

Fuente: El Universal
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