La saga legal de Donald Trump con el Tribunal Penal de Manhattan aún está en marcha, y las implicaciones son significativas para las elecciones presidenciales. La reciente condena por falsificación de registros comerciales en primer grado plantea preguntas sobre el futuro político del ex presidente.
Trump, conocido por su retórica combativa, no sorprendió al criticar el veredicto del 30 de mayo, lo que desencadenó una reacción en cadena entre los republicanos con aspiraciones políticas. Acusaron al proceso de ser amañado y alegaron interferencia electoral por parte del fiscal demócrata Alvin Bragg, mientras buscan llevarlo ante el Congreso.
El impacto electoral de estas condenas aún está por determinarse, aunque se observa un ligero aumento en las encuestas para Joe Biden después del fallo del jurado. Sin embargo, es prematuro evaluar su impacto final, ya que otros eventos y debates se avecinan en los meses previos a las elecciones.
A pesar de las condenas, Trump mantiene una fuerte base de apoyo entre los republicanos, y la capacidad del partido para racionalizar su comportamiento es notable. A medida que se acerca el juicio en Manhattan, la incertidumbre sobre la sentencia de Trump persiste. Si bien las opciones van desde la prisión hasta la libertad condicional, su actitud desafiante ante el tribunal no juega a su favor.
Además de su caso en Manhattan, Trump enfrenta otros 54 cargos en tres casos separados, aunque algunos están en un punto muerto debido a diversos factores. Mientras tanto, la campaña republicana ha centrado su atención en los problemas legales del hijo de Biden, Hunter, con cierto impacto en la percepción pública.
A medida que avanzan las elecciones, la atención de los votantes indecisos se centra en preocupaciones cotidianas, y el conocimiento sobre las condenas de Trump puede ser limitado entre este grupo crucial. Con los votantes indecisos más preocupados por asuntos como el costo de vida y la delincuencia, la narrativa política puede estar lejos de su radar, lo que plantea interrogantes sobre el verdadero impacto de estas condenas en las urnas.
Fuente: La Vanguardia