Arévalo y embajador de EE.UU. destacan medidas anticorrupción en foro internacional

 

Guatemala

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, participó este 12 de noviembre en el Congreso Internacional de Innovación, Coordinación y Participación Ciudadana, donde abordó la lucha contra la corrupción como un tema central para el desarrollo del país. Durante el evento, también estuvo presente el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Tobin Bradley, quien subrayó el impacto negativo de la corrupción en la economía, destacando que desalienta inversiones, aumenta los costos y reduce la competitividad en el país.

Bradley propuso tres herramientas clave para enfrentar la corrupción: la transparencia a través de un gobierno abierto, la digitalización de procesos, y auditorías efectivas. Por su parte, Arévalo describió cómo la corrupción deteriora la eficacia de las instituciones, reduce la calidad de los servicios públicos y mina la confianza en las autoridades.

Desde su toma de posesión en enero, Arévalo afirmó que su administración ha descubierto numerosos casos de "codicia y robo descarado" en cada documento revisado, lo cual ha llevado a la Comisión contra la Corrupción a presentar denuncias formales ante el Ministerio Público.

Cinco retos para una transformación
Arévalo identificó cinco desafíos clave para combatir la corrupción y transformar el país:

Revisión y renegociación de contratos públicos: El presidente enfatizó la importancia de revisar los contratos heredados de administraciones pasadas para buscar condiciones más favorables. Destacó la falta de nuevos proveedores en los procesos de contratación pública, lo cual limita la competencia y perpetúa la influencia de antiguos actores.

Obstáculos en el sistema de justicia: Arévalo señaló las trabas que enfrenta el sistema judicial, mencionando específicamente actos de boicot y acoso por parte del Ministerio Público. Para él, estos impedimentos dificultan el avance de las reformas anticorrupción.

Eliminar la impunidad como negocio: Según el mandatario, el tercer desafío es desmantelar las redes de impunidad aún presentes en el sistema judicial, las cuales permiten que actores corruptos continúen operando con impunidad.

Apoyo a agentes de cambio: Arévalo explicó que aquellos funcionarios dispuestos a colaborar en la lucha contra la corrupción a menudo temen represalias por posibles errores pasados. El presidente sugirió la necesidad de brindar soluciones razonables a quienes desean contribuir genuinamente, sin recurrir a la impunidad.

Construir una amplia coalición anticorrupción: El último reto consiste en formar una alianza comprometida e innovadora contra la corrupción, que agrupe a diversos sectores de la sociedad con un enfoque decidido hacia el cambio.

Arévalo concluyó que su administración aspira a establecer un sistema nacional anticorrupción sólido que permita enfrentar de forma integral los conflictos de interés, mejorar los procesos de contratación pública, proteger a los ciudadanos de abusos y crear mecanismos de denuncia efectivos. "Es difícil, pero estoy convencido de que es posible", afirmó.
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