En un encuentro con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el papel crucial del magisterio en el proceso de transformación nacional. Subrayó que, durante su administración, las clases solo se suspendieron durante la pandemia, gracias al compromiso y apoyo de los maestros.
"Me han respaldado y formado parte fundamental de este proceso", enfatizó el presidente, reconociendo también la resistencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) frente a lo que calificó como "la imposición de la mal llamada reforma educativa".
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, ante la ausencia de la CNTE en el evento oficial por el Día del Maestro, López Obrador elogió el papel de esta agrupación en la defensa de la educación pública, especialmente durante los intentos del antiguo régimen por imponer cambios a través de la represión.
El presidente calificó de absurdo cualquier intento de reforma educativa que no involucre la participación activa de los maestros. Asimismo, expresó su reconocimiento al líder del SNTE, Alfonso Cepeda, por su respaldo a la causa de los trabajadores de la educación, destacando su candidatura al Senado por el partido Morena como un gesto de apoyo.
Durante el evento, López Obrador anunció un aumento salarial del 10 por ciento para el magisterio nacional, elevando el salario mensual de los maestros a 17,278 pesos. Este incremento se suma a una inversión total de 175 mil millones de pesos destinados exclusivamente a mejoras salariales durante su mandato.
En su discurso, el presidente reiteró la importancia de los maestros en la sociedad, destacando su labor insustituible en la formación de las nuevas generaciones. "Hemos priorizado respetar y atender las necesidades de los trabajadores de la educación, especialmente los más necesitados y vulnerables", afirmó. "Durante nuestro gobierno, jamás hemos faltado al respeto a los maestros; su dignidad y sacrificio son valores que siempre hemos honrado".
Fuente: La Jornada