Política
Este 1 de septiembre de 2025 marcó un hecho sin precedentes en la historia de México: los nueve integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) asumieron su cargo tras ser elegidos por voto ciudadano, resultado de la reforma judicial aprobada en 2024.
La transformación reduce de 11 a 9 el número de ministros y ministras, con mandatos escalonados de entre ocho y once años. La primera integración electa estará vigente hasta 2039, abriendo un nuevo modelo de justicia que rompe con el esquema tradicional de designaciones.
El proceso, celebrado en las elecciones del 1 de junio, registró baja participación (13 %) y generó dudas sobre la independencia judicial, ya que varios de los nuevos ministros tienen cercanía con Morena o con el gobierno en turno.
Perfiles destacados
El abogado mixteco Hugo Aguilar Ortiz, el más votado con más de seis millones de sufragios, fue designado presidente del máximo tribunal. Lo acompañan perfiles como Lenia Batres Guadarrama, Sara Irene Herrerías Guerra, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz Ahlf y María Estela Ríos González, así como Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo y Aristides Rodrigo Guerrero García.
Los nuevos ministros heredan más de mil 400 casos críticos, entre ellos los relacionados con preliberación obligatoria, derechos reproductivos, igualdad de género, reconocimiento legal de identidades trans y reformas a la minería.
Reformas y contexto político
La salida de Norma Piña, última presidenta del modelo anterior, dejó un mensaje de advertencia sobre la falta de recursos y riesgos a la autonomía judicial. En contraste, el gobierno federal defendió la reforma como un paso hacia la democratización de la justicia.
La instalación de la nueva Corte coincidió con el primer informe de gobierno de Claudia Sheinbaum, en un despliegue institucional con alto simbolismo político: un Poder Ejecutivo que presume reformas históricas y un Poder Judicial que inicia una etapa inédita bajo el escrutinio ciudadano.